Culebrón catalán parte 2: El despertar del día de la marmota

Y vuelta al punto de partida.

¡Hostia, que he ganao!

- Espero que por lo menos estas elecciones hallan servido para acabar con la estupidez conspiranoica de que si hay pucherazo. Esa es la típica sospecha que dice más de aquel que la tiene, que de aquel a quien se acusa

- La situación sigue tan enquistada o más y al final esto del 155 y las elecciones ha servido para básicamente, alargar el chicle. No hacía falta ser el oráculo de Delfos para predecir esto, la verdad. Una vez más: Gracias por nada, Rajoy. La estrategia fabiana de patapúm parriba y rezar para que todo se solucione de nada sirve en estas circunstancias.

- Ya ves tú lo que son las cosas, cuando la cosa va de patrias y narrativa épica, es la derecha, y no la izquierda, quien capitaliza el voto. Esta lección es aplicable tanto para Podemos, como para la CUP. Y es una lección que dudo que ninguno de ellos aprenda, ya que al fin y al cabo, hablamos de partidos políticos españoles, por mucho que sus votantes se nieguen a reconocerlo.

- Tu no puedes gritar "que viene el federalismo, que viene el federalismo" durante treinta largos años, y que después te tomen en seiro, Iceta. Lo mismo va para el señor Sánchez, que tendrá que irse lavando más que Iceta todavía. El PSOE ha tenido más de tres décadas para hacer una reforma territorial como es debido, y han tirado la oportunidad por el retrete una y otra, y otra vez. Ahora será esa misma falta de reforma territorial la que tire al PSOE por el retrete. Poesía pura, oiga.

- Dicho esto, la falta de una visión territorial para España y el imposible encaje de eso del estado plurinacional con la solidaridad inter-territorial (la principal de las miles de contradicciones de la izquierda postmoderna e identitaria) llevan siendo el Talón de Aquiles de la izquierda española desde por lo menos la transición. Sin embargo, ni el PSOE ni Podemos han logrado definirse al respecto, y lo han pagado muy, muy caro. Me temo que esto es sólo el principio de décadas de hegemonía de derechas en España.

- ¿Aquí ha ganado el independentismo o el procesismo? Sólo lo sabremos después de los pactos. Pero me deja un tanto anonadado que Puigdemont haya sobrevivido (políticamente hablando) a este mierdé. Lección para el gobierno central: La manera de reforzar a un político es hacerlo mártir, visto lo visto. O es eso, o el peinado a lo Beatle del president causa algún tipo de efecto embriagador a los catalanes que a mi se me escapa.

- C's tiene una amarga victoria pírrica por delante. Gigante de votos, enano de escaños e influencia política. Una vez más, la ley electoral y su circunscripción fragmentada que penaliza el voto urbano ("catetocracia", bien podría llamarse) traiciona al ciudadano (el que se escribe con minúscula), pero ¿Desde cuando eso le ha importado lo más mínimo a nuestros partidos, empezando por el PP y el PSOE? ¿Acaso no se opuso C's también a dicha reforma electoral en su momento? A nuestros partidos políticos les sigue dando lo mismo que dicha ley electoral dañe los intereses de la ciudadanía, los partidos políticos han dejado claro que sus intereses no es que sean distintos, si no que son directamente antagónicos a los nuestros.

La sonrisa-estreñimiento, la expresión que mejor resume los resultados para los constitucionalistas

- La espectacular hostia que ha recibido el PP a cargo de C's va a seguir resonando mucho tiempo. De trasladarse al resto de España, podríamos estar frente a todo un cambio de ciclo en la derecha española. Sin embargo, eso dependerá, paradójicamente, de que el independentismo catalán siga en el centro de la actualidad española hasta las próximas elecciones generales, allá por el 2019. Cosa que visto este resultado electoral, tiene visos de ocurrir. Y no, C's no arreglará el problema catalán. Más bien al contrario. Ahora, bien, los problemas del señor M.Rajoy acaban de empezar. Y quien se crea eso de el, huh, "fiel" escudero del PP, imaginando una suerte de "pacto de hierro" en la derecha en contraposición con la fragmentación tradicional de la izquierda española, harían bien en recordar quién inventó la frase "¡Cuerpo a tierra, que vienen los nuestros!".

- El que tiene que mover ficha y desatascar la situación es el gobierno central. Puede parecer injusto a sus partidarios, pero es lo que toca, noblesse oblige. Desgraciadamente, el gobierno central está capitaneado por Mariano Rajoy. Peor aún: Una gran parte del electorado español ha hecho suyo totalmente el "virgencita que me quede como estoy" de Rajoy. El zeitgeist que percibo es que cada vez menos personas quieren hablar de reforma constitucional o referendum pactado, arguyendo ese consabido "¿Y si sale mal?". Así pues, tenemos a toda una clase política y un país entero esperando acobardado a no se sabe qué especie de milagro que tiene que acabar con el independentismo por ciencia infusa, esperando a que se desinfle porque... bueno, porque sí. Y mientras tanto, el independentismo se quedará quietecito y sin hacer nada porque... bueno, porque eso sería maravilloso. Cojonudo planteamiento, proclamo. Funcionariado sociológico en estado puro.

- Si nadie mueve ficha desde el estado central, tengan por seguro que serán los independentistas quienes, reforzados por estos resultados, serán los que lo hagan. Nuestra economía ya está sufriendo por el procés. La incipiente y débil recuperación económica se va a truncar por este mierdé, no les quepa duda. El enfrentamiento va a continuar, y la fractura social, agrandarse. Y nadie, absolutamente nadie, se hará responsable de ello, porque nos gobiernan perfectos irresponsables. Y lo peor es que tendremos a una perfecta irresponsable ciudadanía eximiéndoles de sus faltas, también.