viernes, 22 de febrero de 2013

Iberia: Crónica de una muerte inducida


Hoy voy a hablar de uno de esos raros temas de los que uno siente cierta obligación moral de hablar, por eso de que me toca cerca. Ante todo y sobre todo, un aviso a navegantes: esto no es otro "qué hay de lo mío". Estoy harto de artículos sobre la crisis que se puede resumir en "el estado me quitó tal o cual cosa que me daba antes", y de reivindicaciones rollo "quiero hablar de mi libro". Si voy a hablar de este tema es por un sencillo motivo: es un tema que conozco bien, y los medios generalistas han informado COMO EL CULO de este. Aunque tengo una familia muy relacionada con eso del volar y con gente incluso dentro de la Iberia, todos tuvieron a bien no dar dos duros por el futuro de ella y tienen planes de contingencia en el caso más que probable de que la compañía cierre. Es decir, que Iberia puede echar el cerrojo o no, que afortunadamente eso no me va a afectar ni a mi, ni a ningún familiar mío. Sin embargo, estamos hablando de una serie de despropósitos a cada cual mayor, y demonios, el mundo - necesita- saber de ello. Y yo mismo me siento compelido a narrarlo, así que aquí va.

Arriba, resultado de la "fusión entre iguales" de Iberia y British Airways



Para empezar, Iberia siempre ha sido una de esas raras compañías estatales (o cuasi-estatales) que siempre han resultado rentables, por increíble que parezca. A pesar de su politizada gestión e hiperburocratizada y sindicalizada plantilla, es difícil que la principal compañía aérea de la segunda potencia turística mundial dé pérdidas,  más aún con un mantenimiento que es una auténtica máquina de ganar pasta. En serio, Iberia es de esas empresas que podría dirigir un niño de 5 años y seguir generando dinero. Los españoles, siempre dispuestos a flagelarnos a la mínima ocasión, tenemos curiosamente una ignorancia brutal de las virtudes o potencialidades de nuestro país, situación que considero buscada por nuestras élites extractivas: la manera de expoliar a gusto un país es hacer que este le importe una mierda a sus propios habitantes. Y si ya logras que estos vean a su país como un ente malvado que debe ser destruido, pues para qué pedir más. Con lo de Iberia y el sector aéreo español pasa lo mismo. Los españoles ignoramos la suerte que tenemos en temas aeronáuticos: España dispone de un espacio aéreo muy poco saturado (de los menos saturados de Europa), una infraestructura aeroportuaria brutal (demasiado brutal, de hecho), un hub estratégico (Barajas) por el que todas las compañías extranjeras están dándose de tortazos por entrar empezando por British, climatología perfecta para volar, y licencias de rutas estratégicas para aburrir gracias a nuestros lazos con latinoamérica. Una vez más: tenemos todo a favor para disponer de un sector aeronáutico sano. Y la historia de Iberia lo demuestra: antes de su venta a IAG, Iberia, gestionada entonces tan mal como ahora, había logrado acumular en su caja la friolera de 1.138 millones de euros. Cágate, lorito. Así pues ¿Qué pasó entonces? Y más importante aún ¿Qué ocurrió con esos más de mil millones de euros?

Lo que ocurrió fue una calamidad en forma de lo que ha sido uno de nuestros peores ministros de industria, el inefable Pepiño Blanco. Tipejo sin ninguna formación ni honradez, que llegó aupado a su cargo por esa mentalidad de "quién necesita tener educación, teniendo ideología" tan propia de nuestra casta política, Blanco tuvo una idea genial, ideal de la muerte, vamos: fusionar a Iberia con otra compañía, más concretamente, con British Airways. La idea originaria del gobierno era hacer una "fusión entre iguales", concepto hilarantemente paradójico, algo así como llamar "misiones de paz" a lo que de toda la vida han sido guerras. Incluso en el supuesto de que hubiera sido una verdadera fusión entre iguales, eso habría beneficiado a British, por aquel entonces en una posición de neta inferioridad: el plan de pensiones de sus pilotos, que se embolsan nada menos que un millonaco de libras esterlinas a cargo de BA al jubilarse (ríete tú de los pilotos de Iberia, y mírate tú la parte de "Lifetime Allowance" del link) les había dejado un agujero en la contabilidad de agárrate y no te menees. Un agujero por un importe de... ¿Adivinan la cantidad? Los ingleses ante esa situación, hicieron lo que mejor llevan haciendo desde el siglo XV: piratear. Necesitaban una viuda rica e imbécil con la que casarse y sacarle la pasta, e Iberia jugó ese papel a la perfección. Tampoco les fue nada mal que el muy izquierdista (AHAHAHA) gobierno de Zapatero autorizara la "fusión" (adquisición) de Iberia por un valor inferior al de su caja ¿Saben el dicho ese de "no se venden duros a tres pesetas"? Pues aquí se cumplió de manera literal: se hicieron con el control de una caja de miles de millones de euros, por  una fracción de ese precio, gracias a los malabarismos contables por parte de BA, que sacó el agujero de sus pensiones del balance de su aerolínea, todo ello bendecido por la CNMV. En cuanto a Pepiño, actualmente imputado por corruptelas mucho más cutres salchicheras que estas, cabe preguntarse si el sillón y carguito en IAG (entidad que controla a British e Iberia) le seguirán esperando cuando salga de la cárcel, pero vamos, tiene un lugar reservado en mi vesícula biliar y seguramente lo que le espere sea una estaca ardiente para su ojete en el infierno una vez se muera. Sí, no me cae del todo bien, ruego disculpen mi ira.

Para los que crean que dicha fusión partió de algún modo de la "iniciativa privada" de la directiva ejecutiva de Iberia: ¿De qué demonios me están hablando? ¿Iniciativa privada? ¿Directiva ejecutiva? ¿En España? ¿En una antigua compañía pública privatizada y con sus mandos y puestos de consejeros en manos de antiguos cargos del PP y PSOE? Revisen nombres, apellidos y carnets de afiliados, señores periodistas. Si hicieran su trabajo no tendría que escribir esto. Iberia, una "empresa privada". Pero qué risa tía Felisa. Sería tronchante de no ser dramática esa visión alucinada que tienen los españoles que creen vivir en un sistema de "capitalismo salvaje" cuando en realidad tenemos una economía dirigista controlada por el estado y los partidos políticos con puño de hierro. La "privatización" de Iberia consistió en mantener a su ejecutiva, formada por ex políticos, y permitir entrar una parte de capital privado en el accionariado, pero sin ceder un ápice poder de decisión a estos. Vamos, que hasta su fusión en IAG, Iberia estaba gestionada por el estado, aunque pagada a medias por inversores privados y públicos, cuando no por otros engendros de empresas "público - privadas" como Bankia. Y así fue, hasta que se hizo la fusión, claro.

Después de esta, IAG, pasó a controlar a Iberia y British. Pequeño apunte: IAG está copada de antiguos cargos de British. Uops. Lo  que siguió a esto tan sólo se puede tildar de despropósito. Para empezar, nada más se consumó la "fusión entre iguales", esos 1.000 millones de caja de Iberia se evaporaron al mismo tiempo que British anunciaba ufana que había solucionado su problema de las pensiones y que de paso, renovaba flota de largo recorrido. Lo que son las coincidencias, hay que ver. A continuación, reparto de líneas. Así en esencia: las rentables para British (esos jugosos mercados latinoamericanos en expansión y la línea a Sudáfrica), mientras Iberia se dedicaría a, hum, abrir "nuevos mercados" como la vital línea Madrid - Luanda y a cerrar las traspasadas a BA. Cuando se le empezó a ver el plumero a IAG, esta optó por crear otra tercera compañía, supuestamente de bajo coste (Iberia Express) para absorber las rutas rentables de Iberia y dejar a esta con las deficitarias. Y nada de renovar plantilla: la idea era desmantelar Iberia, no rentabilizarla. Así podrían cubrir menos rutas, y saldría más cara la hora de vuelo al no tener pilotos recién salidos del horno, que siempre resultan más baratos que los veteranos. Sorpresa, sorpresa, Iberia entró en pérdidas, que por supuesto, fueron achacadas a los sueldos de los pilotos españoles. Lo cual es gracioso, teniendo en cuenta que aunque los pilotos de Iberia trabajaran gratis, la compañía seguiría dando pérdidas, cosa lógica si tenemos en cuenta que su sueldo está por debajo de sus homónimos europeos, por mucho que se hagan trampas al solitario incluyendo los gastos de alojamiento, renovación de licencias, pensiones y demás como "dinero que ganan los pilotos de Iberia".  Pero una vez más, eso de hacer cuentas es algo que le da dolor de cabeza a nuestros periodistas patrios, máxime cuando Iberia sigue siendo uno de los principales compradores de periódicos del país ¿No se han preguntado ustedes por qué siempre te ofrecen uno gratis al subirte al avión mientras te cobran por servirte unos panchitos? Angelicos.

Así pues, esa narrativa mediática nunca fue puesta en duda por el grueso de los españoles: la combinación de autoflagelamiento español ("todo lo hacemos siempre mal") y nuestra envidia patológica ("¡Es que los pilotos de Iberia cobran mucho! Es decir ¡Cobran más que yo!), dio alas a esa versión oficial de los hechos. Las reclamaciones de los pilotos, que básicamente consistieron en pedir aumentar la plantilla, recuperar las rutas y anular la fusión (cosa que por cierto, se puede hacer legalmente ya que IAG se pasó por el forro todas las cláusulas de esta y dijo que eso del laudo se lo metiera el gobierno por el culo) tuvieron cero eco en nuestros medios. Incluso llegó un momento en el que los trabajadores de Iberia (no sólo sus pilotos: mecánicos, azafatas y personal de tierra también) se liaron la manta la cabeza y se ofrecieron a gestionar la compañía, siendo coherentes con el mensaje de "lo haríamos mejor que la directiva". Vamos, como hacen los sindicatos de verdad en países como Francia o Alemania. Huelga decir que esta petición también fue negada y silenciada. UGT y CCOO, mientras tanto, callados como lo que eran. Además, eso de que desapareciera el SEPLA, uno de los pocos sindicatos de España que no depende de la mamandurria estatal para mantenerse si no que está en manos de sus propios trabajadores, siempre ha sido una de esos sueños húmedos de todo sindicalista subvencionado. Pregunten a los de la CNT o el SUP por los actos de sabotaje cometidos por sindicatos de chichinabo como CCOO o UGT.

Y así pues llegamos a día de hoy. El ERE "condicional" de Iberia va a llevarse por delante a más de un quinto de la plantilla operativa de la compañía. Es decir: directivos ni tocarlos (¿qué dijimos antes de los carguitos del PPSOE? Pues eso). Ah, y condicionados a un aumento de ¡Un 17% del margen de explotación del beneficio en tres años! Vamos, en resumen: un aumento de casi un 40% de la productividad por trabajador de los que queden. Ya puestos, que reúnan las bolas del Dragón, que les saldrá más a cuenta y es un plan de negocio mucho más realista que este, que no es un plan de negocios al uso si no un "casus belli" fabricado para dar cerrojazo a la compañía, siendo esta la especialidad del presidente de Iberia a cargo de la fusión; Fernando Conte García, experto en darle matarile a empresas a poco que uno observe su curriculum vitae, convenientemente extirpado de la Wikipedia.

Así pues, el daño está ya hecho. Iberia ha sido vaciada, su caja saqueada, sus puestos de trabajo en España, destruidos, sus rutas y terminales, cedidas. British se quedará con las rutas rentables que abandone Iberia, mientras que Ryanair se ofrecerá gustosa a cubrir rutas no rentables, previo pago y subvención pública, claro, que para eso O'Leary es un amo y nuestro estado, un pardillo derrochador. Es irreversible, y lo reitero: nada de esto habría sido posible sin la colaboración de una prensa sumisa, un gobierno corrupto, unos sindicatos vendidos, y una ciudadanía nihilista y digámoslo a las claras, envidiosa de su vecino. Aquí queda este artículo como monolito en un camposanto, con la esperanza de que esta debacle sea recordada y podamos aprender de ella para evitar futuros casos como este. Por cierto ¿con quién decían que iba a fusionarse Aena? ¿Cuánto decían que cobraba un controlador aéreo?

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Triste y real como la vida misma....

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